jueves, 29 de octubre de 2009

Campañas -rosas- contra el VPH

Prevenir, casi nunca está de más. No obstante, sino se sabe lo suficiente acerca de aquello que se busca evitar y las consecuencias que ésto podría acarrear, el resultado posiblemente será fatal. Las vacunas en vías de experimentación son un claro ejemplo de ello; debido a su relativa juventud, los efectos -que éstas pueden llegar a ocasionar- a veces no salen a la luz inmediatamente y así dan origen a polémicas sociales.

En el presente año, la Secretaría de Salud de la Nación ha llevado a cabo una campaña que busca disminuir las víctimas del Virus del Papiloma Humano (VPH); la cual se ha intensificado en ciertos Estados durante el mes de octubre. Así un centenar de panfletitos y pulseritas rosas se reparten en las instituciones, con el afán de crear conciencia y promocionar la vacuna para prevenir el cáncer cérvico uterino.

De los más de 100 tipos de virus del papiloma humano, unos 30 afectan el área genital; de los cuales, muchos se tornan cancerígenos y son la causa –en México- de un 16.6% de las muertes en mujeres –de todas las edades-. La vacuna ayuda a proteger contra los tipos más comunes del VPH (tipos 6, 11, 16 y 18) y es recomendada su aplicación en mujeres de 9 a 26 años y en hombres de 9 a 17 años de edad.

Sin embargo, aunque ésta resulta una buena medida de prevención, cuyos resultados arrojan porcentajes altamente positivos de eficacia (entre 90 y 100%), la recomendación en cuanto a su aplicación se encuentra en debate.

En primer lugar, se discute la juventud de la misma, ya que fue apenas en junio del 2006 cuando la Secretaría de Salud de México y la FDA de Estados Unidos aprobaron la primera vacuna de prevención contra el VPH. Por tanto, las consecuencias de ésta no son conocidas en su totalidad,y existe la posibilidad de llegar a tener efectos de alto riesgo.

En segundo lugar, se dice que es preferible que la vacuna se aplique antes del inicio de la vida sexual activa; lo cual lleva a la duda de la eficacia que tendrá la medida si su aplicación llegara a ser después del comienzo de esta última. Aún así, sus partidarios afirman que es mejor tenerla, ya que inclusive si se llegara a tener algún tipo de VPH, ella podría congelar la expansión del padecimiento o prevenir en contra de otra variante.

Más aún, el VPH es en realidad un virus más común de lo que normalmente se cree y con una vida sexual cuidadosa y los constantes chequeos médicos, éste se puede prevenir de igual manera.

Empero, tristemente, la realidad es que éstos son padecimientos que encuentran asentamiento en lugares donde reina la pobreza y la ignorancia. Más aún, un país con un índice aproximado de un 51% de pobreza, la insalubridad y la falta de educación se vuelven males comunes. Por lo tanto, las “campañas rosas” contra el VPH no resultan ser una mala iniciativa. Como dice el dicho: “Más vale prevenir, que lamentar.”

1 comentario:

  1. Muy interesante el debate que intenta poner en la mesa de lectura. No sabía que esa vacuna pudiera ser peligrosa.

    Su prosa se ha vuelto rápida, muy de nuestro tiempo. Eso lo pueden agradecer los lectores.

    Siga así.

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